CRISIS DEL 98
España había
experimentado, en 1898, la derrota en una guerra colonial que liquidó los
últimos restos del Imperio americano. En lugar de interpretarlo como un síntoma
de los nuevos tiempos que vivía el mundo, como un avance de lo que ocurriría
con los demás imperios europeos medio siglo más tarde, las clases medias y
altas cultas, y el mundo intelectual en su conjunto, se sumieron en estado de
shock y bautizaron a aquella derrota como el “Desastre” por antonomasia, lo
cual les llevó a expresar dudas sobre la identidad nacional o, peor aún, sobre
la calidad de la “raza” en sí misma. ¿Eran los españoles europeos (“éramos”,
diría alguno; pero mejor es que el historiador evite las retroproyecciones), es
decir, pertenecían (“pertenecíamos”) a las “razas” superiores, al selecto club
de pueblos civilizados, o los restos de sangre africana que corrían por las
venas españolas eran la causa de una inferioridad que podría algún día terminar
en el aniquilamiento? […]
Ahora se veía la
situación con claridad meridiana: “Creíamos ser un gran imperio y resulta que
no somos nada”, resumió Ramón y Cajal, para quien el país estaba como despertando
de un sueño fantasioso para enfrentarse a la dura realidad. […]
La esperanza se
cifraba ahora en la “regeneración”, que había sido el grito alzado unánimemente
tras la breve fase depresiva vivida en el verano y otoño de 1898.
Álvarez Junco, J. “Prólogo” del libro de
Fuentes Codera, M. España en la I Guerra Mundial. Una movilización cultural
ESPAÑA SIN PULSO.
(…) España: dondequiera
que se ponga el tacto, no se encuentra el pulso. Monárquicos, republicanos,
conservadores, liberales, todos los que tengan algún interés en que este cuerpo
nacional viva, es fuerza se alarmen y preocupen con tal suceso. Las
turbulencias se encauzan; las rebeldías se reprimen; hasta las locuras se
reducen a la razón por la pena o por el acertado régimen, pero el corazón que
cesa de latir y va dejando frías e insensibles todas las regiones del cuerpo,
anuncia la descomposición y la muerte al más lego (…). La degeneración de
nuestras facultades y potencias tutelares ha desbaratado nuestra dominación en
América y tiene en grave disputa la del Extremo Oriente; pero aún es más grave
que la misma corrupción y endeblez, el avance desde las extremidades a los
organismos más nobles y precisos del tronco, y ello vendrá sin remedio si no se
reconstituye y dignifica la acción del Estado. Engañados grandemente vivirán
los que crean que por no vocear los republicanos en las ciudades, ni alzarse
los carlistas en la montaña, ni cuajar los intentos de tales o cuales jefes en
los cuarteles, ni cuidarse el país de que la imprenta calle, o las elecciones
se mixtifiquen, o los ayuntamientos exploten sin ruido las concejalías y los
gobernadores los juegos y los servicios, está asegurado el orden y es
inconmovible el Trono, y nada hay que temer ya de los males interiores que a
otras generaciones afligieron. Si pronto no se cambia radicalmente el rumbo, el
riesgo es infinitamente mayor (…). El riesgo es el total quebranto de nuestros
vínculos nacionales y la condenación, por nosotros mismos, de nuestro destino
como pueblo europeo (…)
Francisco Silvela: “Sin
pulso”, El Tiempo, Madrid, 16 de agosto de 1898
FRAUDE ELECTORAL
Si no fuera por
las grandes desgracias que causan al país, nuestras elecciones serían uno de
los espectáculos más divertidos que podrían verse en Europa. Realmente sólo
tenemos una mala parodia de elecciones. Listas de electores, urnas,
escrutinios, todo está falsificado […] Entre nosotros reina la farsa en toda su
desnudez, una farsa completa, especial y exclusiva de las elecciones españolas;
tanto si el sufragio es universal como si es restringido nunca hay más que un
solo y único elector; el ministro de gobernación. Éste con sus gobernadores de
provincias y el innumerable ejército de empleados de todas las clases, prepara,
ejecuta y consuma las elecciones.
Ahora bien, preguntamos, ¿es posible
la existencia del régimen parlamentario o sencillamente la del sistema
representativo teniendo tales bases?
ALMIRALL, V. España tal como es. (1889)
FRAUDE ELECTORAL EN 1920
Se constituyen
dos mesas, resultando actas dobles y se discute su legitimidad; en una el
diputado electo tiene 270 votos, y en otra, su contrincante, 179 y el número de
electores es sólo de 344.
En el pueblo de Gallegos del Río no
se verificó la elección, simulándose el resultado, pues el hecho de aparecer
votando la mayoría de sus electores por orden alfabético así lo demuestra, toda
vez que es en absoluto inverosímil que aquellos se pusieran de acuerdo
previamente para presentarse a votar en grupos formados por considerable número
de electores cuyos apellidos correspondían a una misma letra del alfabeto.
Actas electorales de diferentes
distritos españoles. Jurisprudencia electoral del Tribunal Supremo, 1920.
FRACASO DEL RÉGIMEN
LIBERAL. ESCUELA Y DESPENSA.
“Después de
medio siglo de asonadas, pronunciamientos, manifiestos, revoluciones,
fusilamientos, cambios de régimen y de dinastía, proclamación de
Constituciones...el régimen liberal ha hecho bancarrota.
¿Y sabéis por
qué? Porque esa libertad no se cuidaron más que de escribirla en la “Gaceta”,
creyendo que a eso se reducía todo; porque no se cuidaron de afianzarla dándole
cuerpo y raíz en el cerebro y en el estómago: en el cerebro, mejorando y
universalizando la instrucción, en el estómago, promoviendo una transformación
honda de la agricultura y mediante la difusión de la propiedad territorial,
elevando a los braceros a la condición de terratenientes.
No vieron que
por encima de todas las Constituciones y de todos los derechos individuales y
de todas las urnas electorales, el que tiene la llave del estómago tiene la
llave de la conciencia, y, por tanto, el que tiene el estómago dependiente de
ajenas despensas no puede el día de la elecciones votar a quien quiere. El que
no sabe es como el que no ve, y el que no ve tiene que ir conducido por
lazarillo a donde el lazarillo quiera llevarle…”
COSTA, J. La tierra y la cuestión social. 1912.
LEY DEL CANDADO
Don Alfonso
XIII, por la gracia de Dios y la Constitución, Rey de España. A todos los que
la presente vieren y entendieren, sabed: que las Cortes han decretado y Nos
sancionado lo siguiente: Artículo único. No se establecerán nuevas asociaciones
pertenecientes a Órdenes o Congregaciones religiosas canónicamente reconocidas,
sin la autorización del Ministerio de Gracia y Justicia consignada en Real
decreto, que se publicará en la Gaceta de Madrid, mientras no se regule
definitivamente la condición jurídica de las mismas. No se concederá dicha
autorización cuando más de la tercera parte de los individuos que hayan de
formar la nueva Asociación sean extranjeros. (…)
Dado en Palacio a veintisiete de
diciembre de mil novecientos diez.
YO EL REY
El Presidente del Consejo de
Ministros. José Canalejas.
Gaceta de Madrid, 28 de diciembre 1910.
DISCURSO DE ALEJANDRO LERROUX
Rebelaos contra
todos: no hay nadie o casi nadie justo. […]
Sed arrogantes
como si no hubiera en el mundo nadie ni nada más fuerte que vosotros, no lo
hay. La semilla más menuda prende en la grieta de granito, echa raíces, crece,
hiende en la peña, rasga la montaña, derrumba el castillo secular […] triunfa.
Sed imprudentes, como si estuvieseis por encima del Destino y la Fatalidad. Sed
osados y valerosos, como si tuvieseis atadas a vuestros pies la Victoria y la
Muerte. […]
Jóvenes bárbaros de hoy, entrad a
saco en la civilización decadente y miserable de este país sin ventura,
destruid sus templos, acabad con sus dioses, alzad el velo de las novicias y
elevadlas a la categoría de madres para virilizar la especie, penetrad en los
registros de la propiedad y haced hogueras con sus papeles para que el pueblo
purifique la infame organización social, entrad en los hogares humildes y
levantad legiones de proletarios, para que el pueblo tiemble ante jueces
despiertos.
LERROUX, A. Rebeldes, rebeldes. 1906.
DESTINO DE ESPAÑA EN MARRUECOS
[...] En
Marruecos sólo hay un problema: el de la civilización. Esta empresa hay que
hacerla forzosamente; si España demuestra que es incapaz de civilizar; si a
pesar del tiempo transcurrido desde la catástrofe última, se ve que seguimos
tan ineptos para esta clase de empresas... habremos fracasado definitivamente y
otra nación se encargará de hacerlo. En Marruecos se juega España la última
carta como nación […] Es imposible que el comercio se interne en Marruecos si
una acción militar no lo precede.
El comercio para
trabajar y desarrollarse necesita seguridad, y ésta no la hay por desgracia en
Marruecos[…] debe hacerse, a mi entender, una acción lo más pacífica posible,
de tolerancia con los marroquíes[…] Bastará para esto que se les respeten sus
creencias religiosas y sus intereses; y una vez que el comercio tuviese la
seguridad en el tráfico, iría poco a poco consolidando la conquista, haciendo
una obra de paz y de civilización.
Opinión del Secretario del
Fomento del Trabajo Nacional. 1909.
MANIFIESTO OBRERO
Considerando que
la guerra es una consecuencia fatal del régimen de producción capitalista;
considerando, además, que, dado el sistema español de reclutamiento del
ejército, sólo los obreros hacen la guerra que los burgueses declaran. La
Asamblea protesta enérgicamente:
1.- Contra la
acción del Gobierno español en Marruecos.
2.- Contra los
procedimientos de ciertas damas de la aristocracia, que insultaron el dolor de
los reservistas, de sus mujeres y de sus hijos, dándoles medallas y
escapularios, en vez de proporcionarles los medios de subsistencia que les
arrebatan con la marcha del jefe de familia.
3.- Contra el
envío a la guerra de ciudadanos útiles a la producción y, en general,
indiferentes al triunfo de la cruz sobre la media luna, cuando se podrían
formar regimientos de curas y de frailes que, además de estar interesados en el
éxito de la religión católica, no tienen familia, ni hogar, ni son de utilidad
alguna al país.
Tarrasa, julio de 1909.
HUELGA GENERAL DE 1917
Cada día que
pasa representa para el proletariado una creciente miseria ocasionada por la
carestía de las subsistencias y por la falta de trabajo […]. Los representantes
de la UGT y los de la CNT han acordado por unanimidad:
1º […] con el
fin de obligar a las clases dominantes a aquellos cambios fundamentales del
sistema que garanticen al pueblo el mínimo de las condiciones decorosas de vida
y desarrollo de sus actividades emancipadoras, se impone que el proletariado
emplee la huelga general, sin plazo limitado, como el arma más poderosa que
posee para reivindicar sus derechos.
2º Que a partir
de este momento, […] procederán a la adopción de todas aquellas medidas que
consideren adecuadas al éxito de la huelga general, hallándose preparados para
el momento en que haya de comenzar este movimiento.
Manifiesto conjunto
UGT-CNT. Madrid, 27 de marzo de 1917.
MANIFIESTO DE PRIMO DE RIVERA.
Españoles: ha
llegado para nosotros el momento más temido que esperado (porque hubiéramos
querido vivir siempre en la legalidad) de recoger las ansias, de atender el
clamoroso requerimiento de cuantos amando la Patria no ven para ella otra
salvación que libertarla de los profesionales de la política, de los hombres
que por una u otra razón nos ofrecen el cuadro de desdichas e inmoralidades.
Pues bien, ahora
vamos a recabar todas las responsabilidades y a gobernar nosotros u hombres
civiles que representen nuestra moral y doctrina.
Este movimiento
es de hombres: el que no sienta la masculinidad, que espere en un rincón, sin
perturbar los días buenos que para la Patria preparamos. ESPAÑOLES: ¡VIVA
ESPAÑA Y VIVA EL REY!
No tenemos que justificar nuestro
acto, que el pueblo sano lo manda e impone. Asesinatos de prelados, ex
gobernadores, agentes de la autoridad, patronos, capataces y obreros; audaces e
impunes atracos, depreciación de la moneda, francachela de millones de gastos
reservados; sospechosa política arancelaria por la tendencia, y más porque
quien la maneja hace alarde de descocada inmoralidad; rastreras intrigas
políticas tomando por pretexto la tragedia de Marruecos; incertidumbre ante
este gravísimo problema nacional; indisciplina social, que hace el trabajo
ineficaz y nulo; precaria y ruinosa la producción agraria e industrial; impune
propaganda comunista, impiedad e incultura; justicia influida por la política;
descarada propaganda separatista; pasiones tendenciosas alrededor del problema de
las responsabilidades.
No venimos a llorar lástimas y
vergüenzas, sino a ponerlas pronto y radical remedio, para lo que requerimos el
concurso de todos los buenos ciudadanos. Para ello y en virtud de la confianza
y mandato que en mí han depositado, se constituirá en Madrid un directorio
inspector militar con carácter provisional encargado de mantener el orden
público y asegurar el funcionamiento normal de los ministerios y organismos
oficiales.
Al declararse en cada región el
estado de guerra el Capitán General, o quien haga sus veces, destituirá a todos
los gobernadores civiles y encomendará a los gobernadores y comandantes
militares sus funciones. Se incautarán de todas las centrales y medios de
comunicación y no permitirán, aparte las familiares y comerciales, las de
ninguna otra autoridad que no sirva al nuevo régimen.
Miguel Primo de Rivera,
Capitán General de la IV Región. 12-9-1923
ESPAÑA EN 1924.
No es casual que
el movimiento haya estallado en Barcelona, ni poco significativo que el
dictador desempeñase últimamente la Capitanía General de Cataluña. El equipo de
estos militares está confeccionado en mucha parte con género catalán (…).
Cataluña alberga, junto a las manifestaciones más violentas del espíritu
revolucionario, las fuerzas de acción represiva y regresiva más potentes y
mejor organizadas de la Península (…). España está hoy acogotada, más que
gobernada por su ejército. Sin Cortes, sin prensa, sin jurado, sin libertades
de ninguna especie. Por todas partes, generales y oficiales: en los gobiernos
civiles en las direcciones generales, en las subsecretarías, en los chef-lieus
de cada distrito, ¡hasta en la dirección del matadero de Madrid! Se gastan
millones en Marruecos y se suprimen conserjes en los ministerios; se clausuran
escuelas y cátedras, se cierra el Ateneo (la histórica institución cultural de
Madrid), se persigue el uso de la lengua catalana, se difama a los políticos
que formó el rey (…) Unamuno, el gran escritor, acaba de ser destituido de su
cátedra en la Universidad de Salamanca y enviado entre policías a un islote de
las Canarias…
M. Azaña, La dictadura en España, 1924
.
MANIFIESTO DE LA
AGRUPACIÓN DE INTELECTUALES AL SERVICIO DE LA REPÚBLICA. 1931.
“... creemos que
la monarquía de Sagunto ha de ser sustituida por una República. Pero es
ilusorio imaginar que la Monarquía va a ceder galantemente el paso a un sistema
de Poder público tan opuesto a sus malos uso, a sus privilegios y egoísmos.
Sólo se rendirá ante una formidable presión de la opinión pública. Es, pues,
urgentísimo organizar esa presión, haciendo que sobre el capricho monárquico
pese con suma energía la voluntad republicana de nuestro pueblo. Esta es la
labor ingente que el momento
reclama. Nos
proponemos suscitar una amplísima agrupación al servicio de la República, cuyos
esfuerzos tenderán a lo siguiente:
Primero: movilizar a todos los
españoles de oficio intelectual para que formen un copioso contingente de
propagandistas y defensores de la República española.
Segundo: Con
este organismo de avanzada, bien disciplinado y extendido sobre toda España,
actuaremos apasionadamente sobre el resto del cuerpo nacional, exaltando la
gran promesa histórica que es la República española.
Tercero: Pero, al mismo tiempo,
nuestra Agrupación irá organizando, desde la capital hasta la aldea y el
caserío, la nueva vida pública de España en todas sus bases a fin de lograr la
sólida instauración y el ejemplar funcionamiento del nuevo Estado republicano.
“El Sol”, 15 de
noviembre de 1930.
EL ERROR BERENGUER.
La dictadura ha sido un poder omnímodo que no sólo ha operado sin
ley ni responsabilidad, (…) sino que no se ha circunscrito a la órbita de lo
público, antes bien ha penetrado en el orden privadísimo brutal y soezmente.
(…) No hay punto de la vida española en que la Dictadura no haya puesto su innoble
mano de sayón. (…). He tenido que evocar con in mínimum de evidencia lo que la
Dictadura fue. Hoy parece un cuento. Yo necesitaba recordar que no es un
cuento, sino que fue un hecho. Y que a ese hecho responde el régimen Berenguer,
cuya política significa: volvamos tranquilamente a la normalidad por los medios
más normales, hagamos “como si” aquí no hubiese pasado nada radicalmente nuevo,
sustancialmente anormal. Eso, eso es todo lo que el régimen puede ofrecer, en
este momento tan difícil para Europa entera, a los veinte millones de hombres
ya maltraídos de antiguo, después de haberlos vejado, pisoteado, envilecido y
esquilmado durante siete años. Y, no obstante, pretende, impávido, seguir al
frente de los destinos históricos de esos españoles y de esta España (…) Pero
esta vez se ha equivocado. Este es el error Berenguer. (…) El régimen sigue
solitario, acordonado como leproso en lazareto. (…) Y como es irremediablemente
un error, somos nosotros, y no el régimen mismo, nosotros, gente de la calle, de
tres al cuarto y nada revolucionarios, quienes tenemos que decir a nuestros
conciudadanos: ¡Españoles, vuestro Estado no existe! ¡Reconstruirlo!. Delenda est Monarchia.
José Ortega y Gasset. El Sol (15 de noviembre de 1930).
MANIFIESTO DE ALFONSO XIII “AL PAÍS”.
1931.
“Las elecciones
celebradas el domingo me revelan claramente que no tengo hoy el amor de mi
pueblo. Mi conciencia me dice que este desvío no será definitivo, porque
procuré siempre servir a España, puesto el único afán en el interés público,
hasta en las más críticas coyunturas.
Un Rey puede
equivocarse, y sin duda erré yo alguna vez; pero sé bien que nuestra Patria se
mostró en todo momento generosa ante las culpas sin malicia. Soy el Rey de
todos los españoles y también un español. Hallaría medios sobrados para
mantener mis regias prerrogativas, en eficaz forcejeo contra quienes las
combaten. Pero, resueltamente, quiero apartarme de cuanto sea lanzar a un
compatriota contra otro, en fratricida guerra civil. No renuncio a ninguno de
mis derechos, porque más que míos son depósito acumulado por la Historia, de
cuya custodia ha de pedirme algún día cuenta rigurosa.
Espero a conocer
la auténtica y adecuada expresión de la conciencia colectiva, y mientras habla
la nación, suspendo deliberadamente el ejercicio del Poder Real y me aparto de
España, reconociéndola así como única señora de sus destinos...”
Alfonso XIII.
“ABC” 17 de abril de 1931.