BLOQUE 10. TEXTOS: II REPÚBLICA (1931-1936)

ÍNDICE DE TEXTOS: II REPÚBLICA

 

1            Alfonso XIII se despide del país

“Las elecciones celebradas el domingo, me revelan claramente que no tengo el amor de mi pueblo. Mi conciencia me dice que ese desvío no será definitivo, porque procuré siempre servir a España, puesto el único afán en el interés público hasta en las más críticas coyunturas. Un Rey puede equivocarse y sin duda erré yo alguna vez, pero sé bien que nuestra patria se mostró siempre generosa ante las culpas sin malicia. Soy el Rey de todos los españoles y también un español. Hallaría medios sobrados para mantener mis regias prerrogativas en eficaz forcejeo contra los que las combaten; pero resueltamente quiero apartarme de cuanto sea lanzar a un compatriota contra otro, en fratricida guerra civil. 
No renuncio a ninguno de mis derechos, porque más que míos son depósitos acumulados por la Historia de cuya custodia me han de pedir un día cuenta rigurosa. Espero conocer la auténtica expresión de la conciencia colectiva. Mientras habla la nación suspendo deliberadamente el ejercicio del Poder Real reconociéndola como única señora de sus destinos. 
También quiero cumplir ahora el deber que me dicta el amor de la Patria. Pido a Dios que también como yo lo sientan y lo cumplan todos los españoles.- Alfonso, Rey”. 

ABC, 15 de abril de 1931

2           La proclamación de la República

La proclamación de la República. Tardamos cerca de dos horas en recorrer el trayecto de la calle de Alcalá que une la plaza de la Cibeles con la Puerta del Sol, o sea poco más de un kilómetro. El gentío nos abría camino a fuerza de empujones y apreturas... En al Puerta del Sol, la aglomeración desbordaba toda medida imaginable. Por fin llegó mi coche ante la puerta principal del Ministerio. La puerta estaba cerrada... Ante la puerta cerrado sólo estábamos Largo Caballero y yo, rodeados, claro es, de una masa vociferante que pedía se abriesen las puertas. De pronto, se abrieron éstas de par en par, y apareció en el zaguán un piquete de la Guardia Civil cerrando el paso. Me cuadré delante de ellos, me descubrí y les dije: -- ¡Señores: Paso al Gobierno de la República! Los soldados, como si lo hubiesen ensayado previamente, abrieron el paso y, en dos filas, una a cada lado, presentaron armas... Éste fue, querido lector, el ceremonial del famoso “traspaso de poderes”... Diez palabras de cada lado bastaron, y en realidad sobraron, para tomar las riendas de un poder que yacía en el arroyo”.

MAURA, M. Así cayó Alfonso XIII. Barcelona, 1968. Págs. 169-172

3           Discurso de Azaña en las Cortes Constituyentes sobre la cuestión religiosa (1931)

“La revolución política, es decir, la expulsión de la dinastía y la restauración de las libertades públicas, ha resuelto un problema específico de importancia capital, ¡quién lo duda!, pero no ha hecho más que plantear y enunciar aquellos otros problemas que han de transformar el Estado y la sociedad españoles hasta la raíz. Estos problemas, a mi corto entender, son principalmente tres: el problema de las autonomías locales, el problema social en su forma más urgente y aguda, que es la reforma de lo propiedad, y este que llaman problema religioso, y que es en rigor lo implantación del laicismo del Estado con todas sus inevitables y rigurosas consecuencias. Ninguno de estos problemas los ha inventado la República (...). Cada uno de estas cuestiones, señores diputados, tiene una premisa inexcusable, imborrable en la conciencia pública, y al venir aquí, al tomar hechura y contextura parlamentaria es cuando surge el problema político. Yo no me refiero a las dos primeras, me refiero a eso que llaman problema religioso. La premisa de este problema, hoy político, la formulo yo de esta manera: España ha dejado de ser católica; el problema político consiguiente es organizar el Estado en forma tal que quede adecuado a esta fase nueva e histórica el pueblo español. Yo no puedo admitir, señores diputados, que a esto se le llame problema religioso. El auténtico problema religioso no puede exceder de los límites de la conciencia personal, porque es en la conciencia personal donde se formula y se responde a la pregunta sobre el misterio de nuestro destino (...)”. 

Diario de sesiones de las Cortes, 13 de octubre de 1931 (cfr. Fernando Díaz-Plaja, La España política del siglo XX en fotografías y documentos. 2. De la Dictadura a la Guerra Civil [1923-1936], Barcelona, Plaza y Janés, 1975, pp. 247)


4           Algunos artículos de la Constitución de 1931

“Artículo 1. España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia. 
  • Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo. 
  • La República constituye un Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios y las Regiones. 
  • La bandera de la República española es roja, amarilla y morada. 
Artículo 2. Todos los españoles son iguales ante la ley. 
Artículo 3. El Estado español no tiene religión oficial. 
Artículo 4. El castellano es el idioma oficial de la República. Todo español tiene obligación de saberlo y derecho de usarlo, sin perjuicio de los derechos que las leyes del Estado reconozcan a las lenguas de las provincias o regiones. 
Artículo 11. Si una o varias provincias limítrofes, con características históricas, culturales y económicas, comunes, acordaran organizarse en región autónoma para formar un núcleo político administrativo, dentro del Estado español, presentarán su Estatuto con arreglo a lo establecido en el Artículo 12. 
Artículo 26. Una ley especial regulará la total extinción, en un plazo máximo de dos años, del presupuesto del Clero. Quedan disueltas aquellas Órdenes religiosas que estatutariamente impongan, además de los tres votos canónicos, otro especial de obediencia a autoridad distinta de la legítima del Estado. Sus bienes serán nacionalizados y afectados a fines benéficos y docentes. 
Artículo 27. La libertad de conciencia y el derecho de profesar y practicar libremente cualquier religión quedan garantizados en el territorio español, salvo el respeto debido a las exigencias de la moral pública. 
Artículo 36. Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de veintitrés años, tendrán los mismos derechos electorales conforme determinen las leyes. 
Artículo 67. El Presidente de la República es el jefe del Estado y personifica a la Nación. 
Artículo 68. El Presidente de la República será elegido conjuntamente por las Cortes y un número de compromisarios igual al de Diputados. 
Artículo 81. El Presidente podrá disolver las Cortes hasta dos veces como máximo durante su mandato. 
Artículo 82. El Presidente podrá ser destituido antes de que expire su mandato. La iniciativa de destitución se tomará a propuesta de las tres quintas partes de los miembros que compongan el Congreso. 

Jorge de Esteban. Las Constituciones de España. Madrid, Taurus, 1982, pp. 191-210


5           Ley de Bases de Reforma Agraria (1932)

“Los efectos de esta ley se extienden a todo el territorio de la República. Su aplicación, en orden a los asentamientos de campesinos, tendrá lugar en los términos municipales de Andalucía, Extremadura, Ciudad Real, Toledo, Albacete y Salamanca. Las tierras del Estado y las que constituyeron antiguos señoríos, transmitidas desde su abolición hasta hoy por título lucrativo podrán ser objeto de asentamientos, sea cualquiera la provincia donde radiquen. La inclusión en posteriores etapas, a los fines de asentamiento de las fincas situadas en términos municipales de las 36 provincias restantes, solo podrá realizarse a propuesta del Gobierno [...]. 

La ejecución de esta ley quedará encomendada al Instituto de Reforma Agraria, como órgano encargado de transformar la Constitución rural española [...]. 

El Instituto de Reforma Agraria promoverá la formación de organismos de crédito a fin de facilitar a los campesinos asentados el capital necesario para los gastos de explotación [...] . 
Serán susceptibles de explotación las tierras incluidas en los siguientes apartados: 
1. Las ofrecidas voluntariamente por sus dueños siempre que su adquisición se considere de interés por el Instituto de Reforma Agraria. 

5. Las que por las circunstancias de su adquisición, por no ser explotadas directamente por los adquirientes y por las condiciones personales de los mismos, deba presumirse que fueran compradas con fines de especulación o con el único objeto de percibir su renta [...]. 
7. Las incultas o manifiestamente mal cultivadas en toda aquella porción que, por su fertilidad y favorable situación, permita un cultivo permanente con rendimiento superior al actual […]. 
Quedarán excluidas de la adjudicación temporal y de la expropiación las siguientes: 
            a. Los bienes comunales pertenecientes a los pueblos, las vías pecuarias [...]. 
            b. Los terrenos dedicados a explotaciones forestales [...]. 
            d. Las fincas que por su ejemplar explotación o transformación puedan ser consideradas   como tipo de buen cultivo técnico o económico […].” 

Gaceta de Madrid, 21 de diciembre de 1932.


6           Estatuto de Autonomía de Cataluña (1932)

Art. 1º. Cataluña se constituye en región autónoma dentro del Estado español, con arreglo a la Constitución de la República y el presente Estatuto. Su organismo representativo es la Generalidad y su territorio el que forman las provincias de Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona en el momento de promulgarse el presente Estatuto. 
Art. 2º. El idioma catalán es, como el castellano, lengua oficial en Cataluña. Para las relaciones oficiales de Cataluña con el resto de España, así como para la comunicación entre las Autoridades del Estado y las de Cataluña, la lengua oficial será el castellano. 
Toda disposición o resolución oficial dictada dentro de Cataluña, deberá ser publicada en ambos idiomas. La notificación se hará también en la misma forma, caso de solicitarlo parte interesada. 
Dentro del territorio catalán, los ciudadanos, cualquiera que sea su lengua materna, tendrá derecho a elegir el idioma oficial que prefiera en sus relaciones con los tribunales, autoridades y funcionarios de todas clases, tanto de la Generalidad como de la República […]. 
Art. 14º. La Generalidad está integrada por el Parlamento, el Presidente de la Generalidad y el Consejo Ejecutivo. 
Las leyes interiores de Cataluña ordenarán el funcionamiento de estos organismos, de acuerdo con el Estatuto y la Constitución. 
El Parlamento ejercerá las funciones legislativas, será elegido por un plazo no mayor de cinco años, por sufragio universal, directo, igual y secreto. […] 
El Presidente de la Generalidad asume la representación de Cataluña. Asimismo representa a la región en sus relaciones con la República, y al Estado en las funciones cuya ejecución directa le esté reservada al poder central.” 

Gaceta de Madrid, 21 de septiembre de 1932.


7           Los 18 puntos programáticos de la JAP

“1. Espíritu español. Pensar en España. Trabajar por España. Morir por España. 
2. Disciplina. Los jefes no se equivocan. 
3. Juventud. Fe. Arrojo. Voluntad. Espíritu joven en la política nueva. Derogación de la legislación sectaria, socializante y antiespañola. 
4. Familia cristiana frente a modernismo pagano. 
5. Fortaleza de la raza. Educación premilitar. Abolición del soldado de cuota. 
6. Libertad de enseñanza. Los hijos no son del Estado. 
7. El amor de la región, base del amor a España. 
8. Especialización. Más preparación y menos discursos. 
9. Nuestra revolución es justicia social. Ni capitalismo egoísta ni marxismo destructor. 
10. Más propietarios y más justa distribución de la riqueza. 
11. Guerra al señoritismo decadente y a la vagancia profesional. Reconocimiento de todas las actividades. 
12. Antiparlamentarismo. Antidictadura. El pueblo se incorpora al Gobierno de un modo orgánico y jerárquico, no por la democracia degenerada. 
13. Reconstrucción de España. Guerra a la lucha de clases. La economía al servicio de la nación. 
14. España fuerte, respetada en el mundo. 
15. Primero, la razón. Frente a la violencia, la razón y la fuerza. 
16. Prestigio de la autoridad. Poder ejecutivo fuerte. Prevenir mejor que reprimir. 
17. Ante los mártires de nuestro ideal: ¡Presente y adelante! 
18. Ante todo, España. Y sobre España, Dios”. 
El Debate (Madrid), 24 de abril de 1934".


8           La patronal agraria ante la lucha de clases (1933)

“Mi ilustre y querido amigo don Nicolás Alcalá Espinosa, en su discurso elocuentísimo, como todos los suyos, ha hecho una alusión a la historia de España, y ello trae a mi memoria palabras del Ministro de Agricultura, don Marcelino Domingo, que en un discurso pronunciado en Murcia, aludiendo a la conducta de las muchedumbres en España, en estos últimas tiempos, dijo: "es el fenómeno de las masas entrando en la historia de España". Pero yo os digo, señores, al recordar esa frase del Ministro, que no he visto esa entrada por ninguna parte, porque no creo que hayan entrado en la historia de España esas masas, que, como obedeciendo a una consigna, en un mismo día invadieron centenares de fincas rústicas; apoteosis de la impunidad, se dedicaron al hurto de la aceituna, de la beIlota, de todos los frutos, y al sacrificio del ganado; no creo que hayan entrado en la Historia esas masas que se reúnen en las Casas del Pueblo para acordar el rendimiento mínimo del trabajo, obligando a los albañiles a no poner más de 50 ladrillos al día, y a los cogedores de aceituna a no pasar de cuatro fanegas por las tres personas de cada casa, evidenciándose así la impropiedad el lenguaje, porque en vez de Casas del Pueblo resultan "Casas contra el Pueblo" (Muy bien); no creo .que hayan entrado en la Historia esas masas campesinas que antes permanecían tan sumisas, hasta el extremo de que en 1928 sólo hubo en España 87 huelgas, y en el año 1931 llegaron a 704, 'subiendo a 805 en 1932; ni siquiera creo que hayan entrado, en la Historia esas masas campesinas que en diversos lugares, llegaron al crimen de repugnante alevosía, porque para alcanzar esos tristes hechos la categoría de historiables hubiera sido preciso no excluir del área del proceso inquisitivo la responsabilidad por inducción de aquellos otros que durante años y años se dedicaron a predicar doctrinas extremistas por todos los pueblos de España, en presencia de muchedumbres que tienen la venda de la ignorancia puesta en los ojos y el veneno del odio infiltrado en el corazón» (Aplausos). 
Economía Española, órgano mensual de la Unión Económica. Marzo 1933.


9           Acta de constitución de la CEDA (1933)

“Anoche se constituyó, entre vítores de entusiasmo, la Confederación Española de Derechas Autónomas. 
Gil Robles, en las palabras finales, decía: 
            Debemos felicitarnos de los trabajos, de la misma diversidad de tendencias manifestadas, porque sólo han revelado la pugna de llevar a las conclusiones la interpretación más fiel y avanzada de la doctrina social y política cristiana. Dios ha bendecido nuestros trabajos porque los ha presidido la humildad del corazón y la pureza de los fines. Me limito, pues, a darle las gracias y a declarar solemnemente que ha quedado constituida la C.E.D.A., que ha de ser el núcleo derechista que salve a la Patria, hoy en peligro. 
            Al discutirse, por la tarde, después de terminar todas las secciones sus respectivos trabajos, el Estatuto de la C.E.D.A., se admitieron como coincidencias fundamentales de los partidos que la integran -aparte de las conclusiones aprobadas en detalle- las siguientes, debidas a la iniciativa de la Derecha Regional Valenciana: 
a) Afirmación y defensa de los principios fundamentales de la civilización cristiana. 
b) Necesidad de una revisión constitucional de acuerdo con dichos principios. 
c) Aceptación, como táctica para toda su actuación política, de las normas dadas por el Episcopado a los católicos españoles en su declaración colectiva de diciembre de 1931. 

El Debate, 5 de marzo de 1933


10        Discurso de José Antonio en el acto fundacional de Falange

“El movimiento de hoy, que no es de partido, sino que es un movimiento, casi podríamos decir un antipartido, sépase, desde ahora, no es de derechas ni de izquierdas. La patria es una unidad total en que se integran todos los individuos y todas las clases; la Patria no puede estar en manos de la clase más fuerte ni del partido mejor organizado. 

            He aquí lo que exige nuestro sentido total de la Patria y del Estado que ha de servirla: 
Que todos los pueblos de España, por diversos que sean, se sientan armonizados en una irrevocable unidad de destino. 

            Que desaparezcan los partidos políticos. Nadie ha nacido nunca miembro de un partido político; en cambio, nacemos todos miembros de una familia; somos todos vecinos de un Municipio; nos afanamos todos en el ejercicio de un trabajo. Pues si esas son nuestras unidades naturales, si la familia y el Municipio y la corporación es en lo que de veras vivimos, ¿para qué necesitamos del instrumento intermediario y pernicioso de los partidos políticos que para unirnos en grupos artificiales empiezan por desunirnos en nuestras realidades auténticas? 
            Queremos menos palabrería liberal y más respeto a la libertad profunda del hombre. Porque sólo se respeta la libertad del hombre cuando se le estima, como nosotros le estimamos, portador de valores eternos; cuando se le estima envoltura corporal de un alma que es capaz de salvarse y de condenarse. Sólo cuando al hombre se le considera así, se puede decir que se respeta de veras su libertad, y más todavía si esa libertad se conjuga, como nosotros pretendemos, en un sistema de autoridad, de jerarquía y de orden. 

            Queremos que todos se sientan miembros de una comunidad seria y completa; es decir, que las funciones que realizar son muchas: unos, con el trabajo manual; otros, con el trabajo del espíritu; algunos, con un magisterio de costumbres y de refinamientos. Pero que en una comunidad tal como la que nosotros apetecemos, sépase desde ahora, no debe haber convidados ni debe haber zánganos. 
            Queremos que no se canten derechos individuales de los que no pueden cumplirse nunca en casa de los famélicos, sino que se dé a todo hombre, a todo miembro de la comunidad política, por el hecho de serlo, la manera de ganarse con su trabajo una vida humana, justa y digna. 
            Queremos que el espíritu religioso, clave de los mejores arcos de nuestra Historia, sea respetado y amparado como merece, sin que por eso el Estado se inmiscuya en funciones que no le son propias, ni comparta –como lo hacía tal vez por otros intereses que los de la verdadera religión – funciones que sí le corresponde realizar por sí mismo. Queremos que España recobre resueltamente el sentido universal de su cultura y de su historia. 
Y queremos, por último, que si esto ha de lograrse en algún caso por la violencia, no nos detengamos ante la violencia. Porque ¿quién ha dicho –al hablar de «todo, menos la violencia»– que la suprema jerarquía de los valores morales reside en la amabilidad? ¿Quién ha dicho que cuando insultan nuestros sentimientos, antes que reaccionar como hombres, estamos obligados a ser amables? Bien está, sí, la dialéctica como primer instrumento de comunicación. Pero no hay más dialéctica admisible que la dialéctica de los puños y de las pistolas, cuando se ofende a la justicia o a la Patria.” 

José Antonio Primo de Rivera (29 de octubre de 1933)


11         Bando del Comité Revolucionario de Asturias (1934)

“Hacemos saber: 
Que el Comité Revolucionario, como intérprete de la voluntad popular y velando por los intereses de la Revolución se dispone a tomar con la energía necesaria todas las medidas conducentes a encauzar el curso del movimiento. A tal efecto, disponemos: 
  1. El cese radical de todo acto de pillaje, previniendo que todo individuo que sea cogido en un acto de esta naturaleza será pasado por las armas.
  2. Todo individuo que posea armas debe presentarse inmediatamente ante el Comité a identificar su personalidad. A quien se coja con armas en su domicilio o en la calle, sin la correspondiente declaración, será juzgado severísimamente.
  3. Todo el que tenga en su domicilio artículos, producto del pillaje, o cantidades de los mismos que sean producto de ocultaciones, se les conmina a hacer entrega de los mismos inmediatamente. El que así no lo haga, se atendrá a las consecuencias naturales como enemigo de la Revolución.
  4. Todos los víveres existentes, así como artículos de vestir, quedan confiscados.
  5. Se ruega la presentación inmediata ante este Comité de todos los miembros pertenecientes a los Comités directivos de las organizaciones obreras de la localidad para normalizar la distribución y consumo de víveres y artículos de vestir.
  6. Los miembros de los Partidos y Juventudes obreras de la localidad deben presentarse inmediatamente con su correspondiente carnet para constituir la Guardia Roja, que ha de velar por el orden y la buena marcha de la Revolución. 
En Oviedo, a 9 de octubre de 1934.- El Comité Revolucionario”.


12        Programa del Frente Popular (1936)

“Los partidos republicanos Izquierda Republicana, Unión Republicana y el Partido Socialista, en representación del mismo y de la Unión General de Trabajadores; Federación Nacional de Juventudes Socialistas, Partido Comunista, Partido Sindicalista (Ángel Pestaña), POUM, sin perjuicio de dejar a salvo los postulados de sus doctrinas, han llegado a comprometer un plan político común que sirva de fundamento y cartel a la coalición de sus respectivas fuerzas en la inmediata contienda electoral y de norma de gobierno que habrán de desarrollar los partidos republicanos de izquierda, con el apoyo de las fuerzas obreras, en el caso de victoria... 
Como suplemento indispensable de la paz pública, los partidos coaligados se comprometen: 
I. 1º A conceder por ley una amplia amnistía de los delitos político-sociales cometidos posteriormente a noviembre de 1933... 
2º Se restablecerá el Imperio de la Constitución... 

III. Los republicanos no aceptan el principio de nacionalización de la tierra y su entrega gratuita a los campesinos, solicitada por los delegados del partido socialista. Consideran convenientes las siguientes medidas... No aceptan los partidos republicanos las medidas de nacionalización de la Banca propuesta por los partidos obreros; conocen, sin embargo, que nuestro sistema bancario requiere ciertos perfeccionamientos... 
            No aceptan los partidos republicanos el control obrero solicitado por la representación del partido socialista. Convienen en: restablecer la legislación social en la pureza de sus principios... rectificar el proceso de derrumbamiento de los salarios del campo, fijar salarios mínimos... 
            Impulsaran, con el ritmo de los primeros años de la República, la creación de escuelas de primera enseñanza, estableciendo cantinas, roperos, colonias escolares y demás instituciones complementarias...” 

Programa del Frente Popular. 15 de enero de 1936


13        La radicalización del PSOE

“(...) La clase burguesa y sus representantes entienden que se ha llegado ya a la meta de las instituciones políticas en nuestro país, y tenemos que decirles que no; la República no es inmutable; la República burguesa no es invariable; la República burguesa no es una institución que nosostros tengamos que arraigar de tal manera que haga imposible el logro de nuestras aspiraciones. ¿De qué manera?. ¡Como podamos! (...). Nuestra aspiración es la conquista del Poder político. ¿Procedimiento?. ¡El que podamos emplear!. Los que nos hablan tanto de la legalidad, lo primero que tienen que hacer es ser respetuosos con la ley para no obligar a la clase trabajadora a salirse de ella. Todos los actos que la clase obrera ha realizado que pueden considerarse ilegales, han sido provocados por la ilegalidad de los que gobernaban. Y nosotros, los trabajadores, entendemos que la República burguesa hay que transformarla en una República socialista, socializando los medios de producción.” 

Largo Caballero, enero de 1936


14        Discurso de Gil Robles en las Cortes

“[...] Convénzase el señor Casares Quiroga. Hay en el Frente Popular unos partidos que saben perfectamente a dónde van; no les ocurre lo mismo a otros que apoyan la política de Su Señoría. Los grupos obreristas saben perfectamente a dónde van: van a cambiar el orden social existente; cuando puedan, por el asalto violento al poder, por el ejercicio desde arriba de la dictadura del proletariado; pero mientras ese momento llega, por la destrucción paulatina, constante y eficaz del sistema de producción individual y capitalista que está viviendo España. Para ello, un día son las perturbaciones, las agitaciones, las huelgas sistemáticas que retraen el capital, que producen la huida del capital, muchas veces con combinaciones y negocios criminales que soy el primero en condenar, que ocasionan el colapso de la economía. Otro día son bases del trabajo que no significan propiamente el deseo de legítimas reivindicaciones obreras, sino más bien el propósito de matar la producción capitalista, absorbiendo el beneficio de la producción, y, si es necesario, las mismas reservas de capital [...].” 

Diario de sesiones del Congreso de los Diputados, 15 de junio de 1936


15        Discurso de Calvo Sotelo en el Parlamento


            “Frente a ese Estado estéril, yo levanto el concepto de Estado integrador, que administre la justicia económica y que pueda decir con plena autoridad: “no más huelgas, no más intereses usurarios, no más fórmulas financieras de capitalismo abusivo, no más salarios de hambre, no más salarios políticos no ganados con un rendimiento afortunado, no más libertad anárquica, no más destrucción criminal contra la producción, que la producción nacional está por encima detonas las clases, de todos los partidos y de todos los intereses. A este Estado le llaman muchos Estado fascista; pues si ése es el Estado fascista, yo, que participio en la idea de ese Estado, yo creo en él, me declaro fascista. No creo que exista actualmente en el ejército español… un solo militar dispuesto a sublevarse a favor de la Monarquía y en contra de la República. Si lo hubiera sería un loco… aunque también sería un loco el militar que no estuviera dispuesto a sublevarse a favor de España y en contra de la anarquía, si ésta se produjera.”
  
                                               Diario de sesiones del Parlamento, 16 de junio de 1936

16        Instrucción reservada del General Mola

Tan pronto tenga éxito el movimiento nacional, se constituirá un Directorio, que lo integrará un presidente y cuatro vocales militares (…) El Directorio ejercerá el Poder con toda su amplitud; tendrá la iniciativa de los Decretos-Leyes que se dicten (…) Los primeros Decretos-Leyes serán los siguientes: 
a) Supresión de la Constitución de 1931. 
b) Cese del presidente de la República y miembros del Gobierno. 
c) Atribuirse todos los poderes del Estado, salvo el judicial, que actuará con arreglo a las Leyes y Reglamentos preestablecidos que no sean derogados o modificados. 
d) Defensa de la Dictadura Republicana. Las sanciones de carácter dictatorial serán aplicadas por el Directorio sin intervención de los Tribunales de Justicia. 
e) Derogación de las Leyes (…) que no estén de acuerdo con el nuevo sistema orgánico del Estado. 
f) Disolución de las actuales Cortes. 
g) Disolución del Tribunal de Garantías Constitucionales. 
h) Restablecimiento de la pena de muerte en los delitos contra las personas (…) 
            El Directorio se comprometerá durante su gestión a no cambiar el régimen republicano, mantener en todo las reivindicaciones obreras legalmente logradas, reforzar el principio de autoridad y los órganos de la defensa del Estado, dotar convenientemente al Ejército (…), organizar la instrucción preliminar desde la escuela y adoptar cuantas medidas estimen necesarias para crear un Estado fuerte y disciplinado(…) Serán encarcelados todos los directivos de los partidos políticos, sociedades y sindicatos no afectos al movimiento, aplicándoles castigos ejemplares (…) para estrangular movimientos de rebeldía y huelgas. 
            Conquistado el poder instaurará una dictadura militar que tenga por misión inmediata restablecer el orden público, imponer el imperio de la ley y reforzar convenientemente al ejército, para consolidar la situación de hecho que pasará a ser de derecho. 

Proclamación General Mola Madrid, 5 de junio de 1936.- El Director