TEXTOS DE LA GUERRA CIVIL
1. PRIMERAS NOTICIAS DEL
LEVANTAMIENTO EN AMBOS BANDOS
2.
PRIMER
MENSAJE DEL GENERAL FRANCO (1936)
3.
FRANCO,
JEFE DE ESTADO Y GENERALÍSIMO
4.
¡NO PASARÁN!
5.
EL CERCO DE MADRID, SEGÚN UNA DESCRIPCIÓN LITERARIA
6.
¡EL PUEBLO ESPAÑOL
PREFIERE MORIR DE PIE A VIVIR DE RODILLAS!
7.
FRANCIA DECLARA LA “NO
INTERVENCIÓN” (16 DE AGOSTO DE 1936)
8.
LA POSTURA DE ITALIA
9.
INFORME CONFIDENCIAL
BRITÁNICO
10. DISCURSO
DE DESPEDIDA A LAS BRIGADAS INTERNACIONALES: HASTA PRONTO HERMANOS
11. LOS TRECE PUNTOS DE JUAN NEGRÍN
1. PRIMERAS NOTICIAS DEL LEVANTAMIENTO EN AMBOS BANDOS
El Gobierno legal de la
República
«Se ha frustrado un nuevo intento criminal contra la República.
Una parte del Ejército que representa a España en Marruecos se ha levantado en
armas contra la República, sublevándose contra la propia Patria y realizando
un acto vergonzoso y criminal de rebeldía contra el poder legítimamente
constituido.
El Gobierno declara que el movimiento está exclusivamente circunscrito
a determinadas ciudades de la zona del Protectorado, y que nadie, absolutamente
nadie, se ha sumado en la Península a tan absurdo empeño. Por el contrario, los
españoles han reaccionado de un modo unánime y con la más profunda indignación
contra la tentativa reprobable y frustrada ya en su nacimiento.»
Emitido por radio, la mañana del 18 de julio de 1936.
Los militares sublevados
«Españoles: el Ejército es dueño de toda España, menos de algunos
puntos aislados donde luchamos con ventaja. Las columnas victoriosas que se
dirigen a Madrid están en el Guadarrama, a pocos kilómetros de la capital, que
no tardará en caer en nuestras manos. El general Franco se encontraba ayer en
Córdoba al frente de una fuerte columna de tropas procedentes de África.'
Es inútil oponerse al avance de la mayor parte del pueblo español sano,
que sólo desea una España libre de odios.»
EL GENERAL MOLA, 19 de julio de 1936.
2. PRIMER MENSAJE DEL GENERAL FRANCO (1936)
“La Situación de España es cada día más crítica; la
anarquía reina en la mayoría de los campos y pueblos; autoridades de
nombramiento gubernativo presiden, cuando no fomentan, las revueltas; a tiro de
pistola y ametralladora se dirimen las diferencias entre los ciudadanos que
alevosa y traidoramente se asesinan, sin que los poderes públicos impongan la
paz y la justicia. Huelgas revolucionarias de todo orden paralizan la vida de
la población, arruinando y destruyendo sus fuentes de riqueza y creando una situación
de hambre que lanzará a la desesperación a los hombres trabajadores. Los
monumentos y tesoros artísticos son objeto de los más enconados ataques de las
hordas revolucionarias, obedeciendo a la consigna que reciben de las directivas
extranjeras y con la complicidad y negligencia de los gobernadores de
monterilla […].
La Constitución, por todos suspendida y vulnerada,
sufre un eclipse total: ni la igualdad ante la Ley, ni libertad, aherrojada por
la tiranía; ni fraternidad, cuando el odio y el crimen han sustituido al mutuo
respeto; ni unidad de la Patria, amenazada por el desgarramiento territorial
más que por regionalismo, que los propios poderes fomentan […]”.
Proclama
del Alzamiento. 18 Julio de 1936.
3. FRANCO, JEFE DE ESTADO Y GENERALÍSIMO
La Junta de
Defensa Nacional, creada por Decreto de 24 de julio de 1936, y el régimen
provisional de mandos combinados respondían a las más apremiantes necesidades
de la liberación de España.
(…) Razones de
todo linaje señalan la alta conveniencia de concentrar en un solo poder todos
aquellos que han de conducir a la victoria final y al establecimiento,
consolidación y desarrollo del nuevo Estado, con la asistencia fervorosa de la
Nación.
En
consideración a los motivos expuestos y segura de interpretar el verdadero
sentir nacional esta Junta, al servicio de España, promulga lo siguiente:
Artículo 1.- En
cumplimiento del acuerdo adoptado por la Junta de Defensa Nacional se nombra
Jefe del Gobierno del Estado Español al Excelentísimo señor General de División
don Francisco Franco Bahamonde, quien asumirá todos los poderes del nuevo
Estado.
Artículo 2.- Se
le nombra asimismo, Generalísimo de las fuerzas nacionales de tierra, mar y
aire, y se le confiere el cargo de General Jefe de los ejércitos de operaciones.
Decreto
de 29-9-1936
4. ¡NO PASARÁN!
¡Obreros! ¡Campesinos! ¡Antifascistas! ¡Españoles
patriotas!... Frente a la sublevación militar fascista ¡todos en pie, a
defender la República, a defender las libertades populares y las conquistas
democráticas del pueblo!...
A través de las notas del gobierno y del Frente Popular,
el pueblo conoce la gravedad del momento actual. En Marruecos y en Canarias
luchan los trabajadores, unidos a las fuerzas leales a la República, contra los
militares y fascistas sublevados.
Al grito de ¡el fascismo no pasará, no pasarán los
verdugos de octubre!... los obreros y campesinos de distintas provincias de
España se incorporan a la lucha contra los enemigos de la República alzados en
armas. Los comunistas, los socialistas y anarquistas, los republicanos
demócratas, los soldados y las fuerzas fieles a la República han infligido las
primeras derrotas a los facciosos, que arrastran por el fango de la traición el
honor militar de que tantas veces han alardeado.
Todo el país vibra de indignación ante esos desalmados
que quieren hundir la España democrática y popular en un infierno de terror y
de muerte.
Pero ¡NO PASARÁN!
España
entera se dispone al combate. En Madrid el pueblo está en la calle, apoyando al
gobierno y estimulándole con su decisión y espíritu de lucha para que llegue
hasta el fin en el aplastamiento de los militares y fascistas sublevados.
¡Jóvenes,
preparaos para la pelea!
¡Mujeres,
heroicas mujeres del pueblo! ¡Acordaos del heroísmo de las mujeres asturianas
en 1934; luchad también vosotras al lado de los hombres para defender la vida y
la libertad de vuestros hijos, que el fascismo amenaza!
¡Soldados,
hijos del pueblo! ¡Manteneos fieles al gobierno de la República, luchad al lado
de los trabajadores, al lado de las fuerzas del Frente Popular, junto a
vuestros padres, vuestros hermanos y compañeros! ¡Luchad por la España del 16
de febrero, luchad por la República, ayudadlos a triunfar!
¡Trabajadores
de todas las tendencias! El gobierno pone en nuestras manos las armas para que
salvemos a España y al pueblo del horror y de la vergüenza que significaría el
triunfo de los sangrientos verdugos de octubre.
¡Que
nadie vacile! Todos dispuestos para la acción. Cada obrero, cada antifascista
debe considerarse un soldado en armas.
¡Pueblos
de Cataluña, Vasconia y Galicia! ¡Españoles todos! A defender la República
democrática, a consolidar la victoria lograda por el pueblo el 16 de febrero.
El
Partido Comunista os llama a la lucha. Os llama especialmente a vosotros,
obreros, campesinos, intelectuales, a ocupar un puesto en el combate para
aplastar definitivamente a los enemigos de la República y de las libertades
populares. ¡Viva el Frente Popular! ¡Viva la unión de todos los antifascistas!
¡Viva la República del pueblo! ¡Los fascistas no pasarán! ¡No pasarán!
5. EL
CERCO DE MADRID, SEGÚN UNA DESCRIPCIÓN LITERARIA
“Aquellos
días del mes de noviembre de 1936, todos y cada uno de los habitantes de Madrid
estaban en constante peligro de muerte.
El
enemigo estaba en las puertas y podía irrumpir de un momento a otro; los
proyectiles caían en las calles de la ciudad. Sobre sus tejados se paseaban los
aviones impunes y dejaban caer su carga mortífera. Estábamos en guerra y en una
plaza sitiada. [...]
La
miseria estaba escondida en cuevas y sótanos, en los refugios improvisados del
Metro, en los hospitales sin instrumentos y sin medicinas para enfrentarse con
un flujo constante e interminable de heridos. Las casas frágiles de los
distritos obreros se derrumbaban como casas de naipes al soplo furioso de las
explosiones; como las destruidas, donde se amontonaban las gentes. Miles de
refugiados de los pueblos y de los suburbios eran empaquetados cada día en
edificios vacíos, cada día miles de mujeres y niños salían en camiones,
evacuados en convoy a la costa levantina. La tenaza del sitio se cerraba más y
más; y más batallones de las Brigadas Internacionales, que ya eran dos, se
volcaban en las brechas. A pesar de todo, el entusiasmo que nos había
arrastrado, por encima de nuestros miedos y de nuestras dudas, no falló nunca.
Éramos Madrid.”
Arturo
BAREA, «La llama», La forja de un rebelde
Discurso pronunciado por la Pasionaria en un gran
mitin de solidaridad con el pueblo español, celebrado en París, en el velódromo
de Invierno, el 8 de septiembre de 1936
[En misión oficial, una delegación del Frente Popular
--integrada por Dolores Ibarruri, vicepresidente de las Cortes; Marcelino
Domingo, dirigente de Izquierda Republicana; Salmerón, del Partido
Federal; Luis
Jiménez de Asúa, vicepresidente de las Cortes y
miembro de la Comisión Ejecutiva del PSOE y por el ex ministro Antonio Lara--
llegó a París a gestionar del gobierno francés y de los partidos políticos y
organizaciones de aquel país ayuda para la República Española.]
¡Trabajadores de París! ¡Demócratas franceses!
Desde la España que lucha por su libertad y por la
libertad de todos los pueblos, frente a la pérfida agresión de la reacción
española y del fascismo internacional, venimos aquí, al París de la Comuna y de
la Gran Revolución, a deciros en qué condiciones luchan nuestros combatientes,
lucha y muere nuestro pueblo.
Venimos aquí en demanda de solidaridad para con la
República Española, seguros de que nos ayudaréis; confiados en que vosotros,
que tantas páginas de gloriosas luchas tenéis en vuestra historia, sabréis
comprendernos, sabréis ayudarnos.
La sublevación del ejército ha dejado al gobierno
republicano sin los más elementales medios de defensa. Pero al levantarnos a
cerrar el paso al devastador torrente fascista, que arrasa nuestras villas, que
destruye nuestras ciudades, no nos detuvimos a contar cuántos eran nuestros
enemigos, ni pensamos tampoco en el desvalimiento en que la sublevación militar
dejaba a la República, al privar a ésta de las armas fundamentales necesarias
para su defensa.
Pensamos solamente, impulsados por un movimiento
nacional, espontáneo, de dignidad, que ceder sin resistencia a la agresión
sería innoble cobardía, que ni el pueblo ni la Historia podrían jamás
perdonarnos.
Y sin ninguna vacilación, unidos en el mismo
sentimiento y con la misma decisión de cerrar el paso al fascismo y defender la
República y la democracia, comunistas, socialistas, republicanos, anarcosindicalistas
y nacionalistas vascos, nos lanzamos a la lucha dispuestos a toda clase de
sacrificios, porque no ignorábamos lo que el fascismo representa y de lo que es
capaz la reacción española. La represión de Asturias es un ejemplo próximo y
elocuente. Y no podíamos, sin abdicar de nuestra dignidad humana y española, ni
someternos al degradante yugo fascista, ni poner mansamente la cabeza bajo el
hacha del verdugo. Consciente de lo que nuestra lucha significa, el pueblo
español prefiere morir de pie a vivir de rodillas.
Al lado de los rebeldes, apoyándolos en su agresión
contra la República y contra el pueblo, participan fuerzas fascistas
extranjeras, cuyos aviones bombardean las abiertas ciudades españolas.
Y mujeres y niños, víctimas inocentes del odio salvaje
de la reacción española, caen para siempre, abatidos por la metralla enemiga, y
pagan con su sangre y con su vida el delito de vivir en la España republicana,
en la España que no acepta ser convertida en una cárcel fascista, en una base
de agresión de la reacción internacional.
Hemos venido a Francia en representación del gobierno
republicano y de los combatientes que en todos los frentes proclaman su
voluntad de lucha, en defensa de la libertad de España, en defensa de la
libertad de todos los pueblos, cuya suerte se decide en nuestra patria. Hemos
venido a deciros a vosotros, heroicos descendientes de los combatientes de la
Comuna, de los vencedores de la Bastilla, a deciros la profunda inquietud que
ha producido en nuestro pueblo, en nuestros combatientes, en nuestro gobierno,
la negativa del gobierno francés a vender armas al gobierno español, violando
los acuerdos establecidos entre ambos y por los cuales el gobierno francés se
comprometía a vender al español las armas que necesitaba para su defensa.
Se han cerrado las fronteras con España. Con ello se
priva a los combatientes españoles de la posibilidad de resistir. Con ello se
coloca al pueblo español ante el terrible dilema de entregarse cobardemente a
los agresores o de aceptar sin posibilidad de resistencia, el exterminio por
las bandas fascistas y reaccionarias de lo más joven, de lo más progresivo, de
lo más combativo de nuestro pueblo. Y nosotros nos negamos a aceptar esta
disyuntiva, que entrañaría el horror de la victoria del fascismo en España. Que
entrañaría para el pueblo francés la amenaza de agresión de guerra del otro
lado de los Pirineos.
¡Camaradas y amigos franceses! ¡Hombres y mujeres de
la Francia de la Gran Revolución, de los Derechos del Hombre y de la Comuna!
¡Ayudadnos! ¡Ayudad a nuestro pueblo a defenderse! Exigid de vuestro gobierno
que no nos coloque un dogal al cuello del pueblo español, que lucha por su
libertad y por la vuestra.
¡Madres y mujeres de Francia! ¡No os pedimos que
sacrifiquéis a vuestros hijos ni a vuestros hombres! Os pedimos solamente que
nos ayudéis a hacer cambiar la decisión del gobierno francés que nos ata los
pies y las manos frente a la agresión fascista.
Sobra a nuestro pueblo heroísmo, pero el heroísmo no
basta. A las armas de los rebeldes hay que poder oponer fusiles, aviones,
cañones. Defendemos la causa de la libertad y de la paz. Necesitamos aviones y
cañones para nuestra lucha, para defender nuestra vida, nuestra libertad, para
impedir que los sublevados ataquen nuestras ciudades abiertas, asesinen a
nuestras mujeres y a nuestros niños. ¡Necesitamos armas para defender la
libertad y la paz!
Y no olvidéis, y que nadie olvide, que si hoy nos toca
a nosotros resistir a la agresión fascista, la lucha no termina en España. Hoy
somos nosotros; pero si se deja que el pueblo español sea aplastado, seréis
vosotros, será toda Europa la que se verá obligada a hacer frente a la agresión
y a la guerra.
Ayudadnos a impedir la derrota de la democracia,
porque la consecuencia de esta derrota sería una nueva guerra mundial, que
todos estamos interesados en impedir y cuyos primeros combates se libran ya en
nuestro país. ¡Por nuestros hijos y por los vuestros! ¡Por la paz y contra la
guerra, exigid que se abran las fronteras! ¡Exigid que el gobierno francés cumpla
sus compromisos con el gobierno republicano español! ¡Ayudadnos a tener las
armas que necesitamos para defendernos! ¡El fascismo no pasará, no pasará, no
pasará!
7. FRANCIA DECLARA LA “NO INTERVENCIÓN” (16 DE AGOSTO DE 1936)
“El gobierno de la República francesa, deplorando los trágicos acontecimientos
de que es teatro España; decidió abstenerse rigurosamente de cualquier
ingerencia directa o indirecta en los asuntos internos de este país, animado de
la voluntad de evitar cualquier complicación perjudicial al mantenimiento
de las buenas relaciones entre los pueblos; declara lo siguiente:
1.- El Gobierno francés prohíbe en lo que concierne,
la exportación directa o indirecta, la reexportación y el tránsito a España,
(…) de todas las armas, municiones y material de guerra así como de todas las
aeronaves montadas o desmontadas, y de toda nave de guerra.
2.- Esta prohibición se cursa a los contratos en
curso de ejecución.
El gobierno francés, en lo que concierne, pondrá
en ejecución esta declaración apenas se hayan adherido a ella los gobiernos
británico, alemán, italiano, soviético y portugués”.
8. LA POSTURA DE ITALIA
En España ya se han formado dos frentes. Como uno están alemanes e italianos;
con otro franceses, belgas y rusos. El Duce está de acuerdo con Hitler en
opinar que la determinación de los dos frentes es ya un hecho consumado. Italia
ha apoyado y sigue apoyando a los españoles sin condiciones. Mucha sangre
italiana se ha derramado y las Baleares han sido salvadas con ayuda de hombres
y material italiano. Ahora lo importante es vencer. Después de la victoria no
pediremos a España nada que pueda modificar la situación geográfica del
Mediterráneo. Sólo pediremos a España que no desarrolle una política contraria
a los intereses de Italia. Nuestra acción en España es una prueba efectiva de
nuestra participación en la lucha antibolchevique.
G.
Cianao. Ministro de Asuntos Exteriores de Italia (1936-1943)
9. INFORME CONFIDENCIAL BRITÁNICO
Estas son, en primer lugar, la persistente superioridad material durante toda la guerra de las fuerzas nacionalistas en tierra y en el aire, y, en segundo lugar, la superior calidad de todos sus cuadros hasta hace nueve meses o posiblemente un año. […]
Esta inferioridad material [de las tropas republicanas] no solo es cuantitativa sino también cualitativa, como resultado de la multiplicidad de tipos [de armas]. Fuera cual fuera el propósito imparcial y benévolo del Acuerdo de No Intervención, sus repercusiones en el problema de abastecimiento de armas de las fuerzas republicanas han sido, para decir lo mínimo, funestas y, sin duda, muy distintas de lo que se pretendía.
La ayuda material de Rusia, México y Checoslovaquia [a la república] nunca se ha equiparado en cantidad o calidad con la de Italia y Alemania [a Franco]. Otros países, con independencia de sus simpatías, se vieron refrenados por la actitud de Gran Bretaña. En esa situación, las armas que la república pudo comprar en otras partes han sido pocas, por vías dudosas y generalmente bajo cuerda. El material bélico así adquirido tuvo que ser pagado a precios altísimos y utilizado sin la ayuda de instructores cualificados en su funcionamiento. Tales medios de adquisición han dañado severamente los recursos financieros de los republicanos
Informe confidencial del mayor E. C. Richards, agregado militar británico en España, sobre la estrategia ofensiva en la guerra española, 25 de noviembre de 1938
10. “ HASTA PRONTO HERMANOS”
Es muy difícil pronunciar unas palabras de despedida
dirigidas a los héroes de las Brigadas Internacionales,
por lo que son y por lo que representan.
Un sentimiento de angustia, de dolor infinito, sube a
nuestras gargantas atenazándolas... Angustia por los que se van, soldados del
más alto ideal de redención humana, desterrados de su patria, perseguidos por
la tiranía de todos los pueblos...
Dolor por los que se quedan aquí para siempre,
fundiéndose con nuestra tierra y viviendo en lo más hondo de nuestro corazón
aureolados por el sentimiento de nuestra eterna gratitud.
De todos los pueblos y todas las razas, vinisteis a
nosotros como hermanos nuestros, como hijos de la España inmortal, y en los
días más duros de nuestra guerra, cuando la capital de la República española se
hallaba amenazada, fuisteis vosotros, bravos camaradas de las Brigadas
Internacionales, quienes contribuisteis a salvarla con vuestro entusiasmo
combativo y vuestro heroísmo y espíritu de sacrificio.
Y Jarama y Guadalajara, y Brunete y Belchite, y Levante y el Ebro cantan
con estrofas inmortales el valor, la abnegación, la bravura, la disciplina de
los hombres de las Brigadas Internacionales.
Por primera vez en la historia de las luchas de los pueblos se ha dado el
espectáculo, asombroso por su grandeza, de la formación de las Brigadas
Internacionales para ayudar a salvar la libertad
y la independencia de un país amenazado, de nuestra España.
Comunistas, socialistas, anarquistas, republicanos,
hombres de distinto color, de ideología diferente, de religiones antagónicas,
pero amando todos ellos profundamente la libertad y la justicia, vinieron a
ofrecerse a nosotros incondicionalmente.
Nos lo daban todo; su juventud o su madurez o su
experiencia; su sangre y su vida, sus esperanzas y sus anhelos... Y nada nos
pedían. Es decir, sí: querían un puesto en la lucha, anhelaban el honor de
morir por nosotros.
¡Banderas de España!... ¡Saludad a tantos héroes,
inclinaos ante tantos mártires!...
¡Madres!... ¡Mujeres! Cuando los años pasen y las
heridas de la guerra se vayan restañando; cuando el recuerdo de los días
dolorosos y sangrientos se esfume en un presente de libertad, de paz y de
bienestar; cuando los rencores se vayan atenuando y el orgullo de la patria
libre sea igualmente sentido por todos los españoles, hablad a vuestros hijos;
habladles de estos hombres de las Brigadas Internacionales.
Contadles cómo, atravesando mares y montañas, salvando
fronteras erizadas de bayonetas, vigiladas por perros rabiosos deseosos de
clavar en ellos sus dientes, llegaron a nuestra patria como cruzados de la
libertad, a luchar y a morir por la libertad y la independencia de España,
amenazadas por el fascismo alemán e italiano. Lo abandonaron todo: cariños,
patria, hogar, fortuna, madre, mujer, hermanos, hijos y vinieron a nosotros a
decirnos: «¡Aquí estamos»!, vuestra causa, la causa de España es nuestra misma
causa, es la causa de toda la humanidad avanzada y progresiva».
Hoy se van; muchos, millares, se quedan teniendo como
sudario la tierra de España, el recuerdo saturado de honda emoción de todos los
españoles.
¡Camaradas de las Brigadas Internacionales! Razones
políticas, razones de Estado, la salud de esa misma causa por la cual vosotros
ofrecisteis vuestra sangre con generosidad sin
límites os hacen volver a vuestras patrias a unos, a la forzada emigración a
otros. Podéis marcharos orgullosos. Sois la historia, sois la leyenda, sois el
ejemplo heroico de la solidaridad y de la universalidad de la democracia,
frente al espíritu vil y acomodaticios de los que interpretan los principios
democráticos mirando hacia las cajas de caudales o hacia las acciones
industriales que quieren salvar de todo riesgo.
No os olvidaremos, y, cuando el olivo de la paz
florezca, entrelazado con los laureles de la victoria de la República española,
¡volved!...
Volved a nuestro lado, que aquí encontraréis patria
los que no tenéis patria, amigos, los que tenéis que vivir privados de amistad,
y todos, todos, el cariño y el agradecimiento de todo el pueblo español, que
hoy y mañana gritará con entusiasmo: ¡Vivan los héroes de las Brigadas
Internacionales!
Dolores Ibárruri, Pasionaria 1-XI-1938
11. LOS TRECE PUNTOS DE JUAN NEGRÍN
“
1. La independencia de España.
2. Librar a España de los militares
extranjeros invasores.
3. República democrática con un gobierno con autoridad plena.
4. Plebiscito para determinar la estructuración jurídica y social de la
República española.
5. Libertades regionales sin detrimento de la unidad española.
6. Conciencia ciudadana generalizada por el Estado.
7. Garantía de la propiedad legítima y protección a la producción.
8. Democracia campesina y
liquidación de la propiedad semifeudal.
9. Legislación social que garantice los derechos de los trabajadores.
10. Mejora cultural, física y moral de la Raza.
11. Ejército al servicio de la Nación, libre de tendencias y partidos.
12. Renuncia a la guerra como instrumento de política nacional.
13. Amnistía amplia para los españoles que quieran reconstruir y engrandecer
España